El caparazón

Tal vez soy yo. Tal vez exijo o espero demasiado. Nadie nos dará exactamente lo que deseamos, pues no dejamos ver qué es. Puede que por miedo a no recibirlo o por miedo a mostrar nuestras debilidades no llegamos a manifestar qué queremos.

Y es que hay un pensamiento que oscila en nuestras mentes: nadie es como crees...

Puede que la existencia de este pensamiento se deba a personas del pasado que aparentaron ser de una manera y resultaron ser de otra. No podemos culparlas de no ser valientes ahora... el miedo es solo nuestro, fuimos nosotros los que decidimos crear este caparazón para protegernos. Un caparazón que nos impide ver la realidad, sacar lo mejor de nosotros y dejarle ver al mundo nuestra manera de ser...
Sin embargo, el caparazón forma parte de mi, impidiéndome mostrar lo que quiero, y mientras siga aquí conmigo, seguiré esperando a que alguien descubra lo que no soy capaz de decir por miedo...

Decisiones

Y al final llega un momento en el que te tienes que parar a pensar. No quieres, sabes que las decisiones pueden acabar siendo las erróneas, pero aún así es algo que tienes que hacer. 

Llega un momento en el que te tienes que replantear ciertas cosas. Miras hacia atrás y piensas cuando empezó todo y cómo has llegado a esta situación. Y sin quererlo has tomado tu decisión.... ¿Será la correcta?