martes, 12 de julio de 2011

Amor

Querida Madame:


Lamento comunicarle que en lo más profundo de su ser está creciendo un sentimiento: amor. Ese maravilloso sentimiento que te hace volar y soñar…  


¡Ven y juega conmigo! Vamos a probarlo, no temas.  Reglas del juego solo hay una, confía en ti misma y demuéstrale lo que vales. Sencillo ¿no?


No te saltes las reglas, no quiero ver cómo tus ojos se humedecen por desprecios o malas caras, cabeza firme y sonrisa permanente. 


Deslúmbralo con el mejor cosmético: tu preciosa sonrisa. Pequeña Madame confío en ti. Demuestra al mundo que puedes vencer, que los fracasos de ese juego llamado amor no pesan sobre tus hombros, que todo lo pasado… pasado esta.  


Aprende del pasado, los errores no se cometen en vano son de nuestros mejores maestros, de esos que más enseñan, de los que dejan huella…


Aprovecha el momento en que menos se lo espere…


A por él y piensa en todo lo que la vida te ha enseñado con cada uno de tus pasos.


¿Juegas?



4 comentarios:

  1. El amor, un sentimiento muy complicado, ¿verdad? Yo me negaba a aceptarlo, pero al final jugué y me alegro de haberlo hecho. Madame es valiente, y fuerte; ella tiene la última palabra.
    Os quiero a las dos :-)

    ResponderEliminar
  2. Lo cierto es que si, normalmente tenemos miedo de jugar, por todos los riesgos que el juego implica. Ganar puede ser muy satisfactorio y fascinante, pero perder en el juego del amor puede tener consecuencias negativas sobre las personas, añorando el amor perdido en el juego. Pero quien no arriesga no gana, ¡jugemos! la vida es breve y no hay que andarse con niñerías...

    ResponderEliminar