domingo, 29 de enero de 2012

Despertar

Por la persiana puedo ver la luz entrar, pequeños halos de un nuevo día se cuelan para quedarse en este diminuto cuarto donde sólo había cabida para la oscuridad y la soledad.
Ahora puedo distinguir las formas de aquellos muebles escondidos tras las sombras, juguetosos al fingir ser lo que no son.
Un nuevo día que empieza como todos los demás. Me encuentro en la cama, boca arriba, puedo verlo todo a mi alrededor. Me despierto y todo es igual... la misma mesa, la misma silla, el mismo cuadro... en el mismo sitio de siempre. La esperanza que albergaba se desvanece... nada ha cambiado. Los zapatos siguen donde los dejé, y el jersey que me quité anoche se quedó sobre la silla. Rutina, nada cambia.
Me levanto y dejo que la luz que esperaba impacientemente junto a mi ventana pase arrasando con todo. Mis ojos luchan contra tanta luz, los pies con el frescor que la noche le ha cedido al suelo...Ya ganadas las batallas me dirijo a mi rutina. 

















  


Y todo para comenzar un nuevo día...

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