domingo, 22 de septiembre de 2013

Evadirse.

Tus ojos se deslizan hacia un punto fijo del espacio, no ves nada y lo ves todo. La mirada perdida... desde cerca se aprecia que piensas algo. Nadie sabe lo que pasa por tu cabeza, tampoco preguntan. Y ahí estas, ausente, observando algo. Una ligera mueca similar a una sonrisa. 
Puedes oír, pero no escuchas. Puedes mirar, pero no ves. 
Ni el suave susurro del viento, ni el canto de los pájaros son motivos para no evadirte. Lo ves todo más claro... y vuelves. Sientes que el tiempo no ha pasado. Una breve reflexión que aclara tus ideas. Ya puedes seguir.

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